Siempre acuden pacientes a la clínica pidiendo un cambio en su sonrisa, porque no les gusta. La sonrisa es, en mi opinión, una tarjeta de presentación. Una sonrisa, puede abrirte muchas puertas, y no solo eso, puede fijar un antes y un después en tu vida.
Hace un par de años, acudió una chica de 28 años a la consulta, agobiada, porque había perdido todos los dientes de la boca, salvo 2. Se los habían extraído por diferentes circunstancias. Ella venía pidiéndonos ayuda porque quería volver a masticar, también estaba agobiada porque no tenia trabajo, y tampoco había previsiones de poder conseguirlo. Yo fui bastante directo con ella y le dije que probablemente no tenia ofertas de trabajo porque no tenía dientes, lo que era bastante evidente para mi, pero al parecer ella no se había percatado. Así que le propusimos una rehabilitación de la sonrisa, mediante implantes dentales y dos sobre dentaduras. Era un tratamiento no muy costoso y que, según yo, le cambiaría la vida. La paciente estaba muy reacia, principalmente por el coste, ya que no tenía trabajo estable, y segundo, porque teníamos que quitarle los últimos dos dientes que tenía en la boca.
Hicimos todo el tratamiento, y ella salió de la consulta con dientes el mismo día de las cirugías. Hoy han pasado ya casi 3 años desde que le hicimos el tratamiento, y le hemos cambiado los dientes 2 veces, debido a que su percepción de su estética ha ido cambiando, y ha querido corregirse diferentes cosas para estar completamente satisfecha con su aspecto. Hoy ella trabaja fija en una empresa, se ha casado y es la feliz madre de una nena.
Todo esto ha sido posible gracias a su deseo de cambiar y estamos encantados de haber aportado nuestro granito de arena para que consiguiera sus objetivos.