Las nuevas tecnologías han entrado por completo en todos los aspectos de la vida cotidiana y la higiene dental no podía ser menos. En la actualidad podemos encontrar en el mercado cepillos dentales eléctricos, que son capaces de cumplir funciones muy avanzadas.
No obstante, hay que tener claro que lo más importante para garantizar una salud oral adecuada es la correcta técnica de cepillado. Es cierto que con un cepillo de dientes eléctrico la limpieza dental se hace mucho más fácil, pero también es posible conseguir excelentes resultados con un cepillo manual, siempre que los movimientos se efectúen correctamente y se sigan las recomendaciones del dentista.
Además, en pacientes que sufren problemas orales como gingivitis o enfermedad de las encías es muy probable que el odontólogo recomiende el uso de un cepillo de dientes manual, ya que es más fácil controlar la presión que se realiza durante el cepillado.
Ventajas de los cepillos dentales eléctricos
- Cabezales más pequeños:
los cabezales de estas herramientas suelen ser mucho más pequeños que los de los cepillos dentales convencionales. Esto permite que durante el cepillado se tenga acceso a zonas más complicadas y difíciles de cepillar con los manuales. Por lo tanto, son más efectivos para eliminar la placa bacteriana de todas las superficies orales.
- Movimiento y vibración:
por lo general los cepillos dentales eléctricos suelen realizar movimientos rotatorios u oscilantes a la misma vez que vibran. Esto permite que la precisión y efectividad del cepillado sea mucho más potente. No es necesario realizar los movimientos de forma manual, ya que simplemente pasando el cepillo por las zonas a limpiar él solo hará el trabajo.
- Tiempo de cepillado:
una de las ventajas del cepillo eléctrico actual es que cuentan con novedades tecnológicas muy llamativas. Hay herramientas que disponen de temporizadores, que ayudan al usuario a lavarse los dientes durante los dos minutos recomendados. Esto, difícilmente se lleva a cabo con el cepillo convencional.
- Presión sobre el diente:
algunos cepillos eléctricos también cuentan con sensores de presión, que avisan en el caso de que se esté realizando demasiada. Esto está muy bien para no dañar las piezas dentales a través del cepillado de dientes.
- Opciones variadas:
otra de las ventajas de recurrir a los cepillos dentales eléctricos es que muchos ya ofrecen varios modos o formas de cepillado, en función de las necesidades del paciente. Es decir, si un usuario tiene sensibilidad dental podrá activar un cepillado acorde a su afección y así no dañar el esmalte o las piezas dentales.
Son muchas las ventajas que aportan los cepillos dentales eléctricos en la higiene oral diaria. Pero, como hemos comentado antes, si se recurre a una buena técnica de cepillado, el cepillo manual también puede ser una herramienta fabulosa. Y, como consejo, no hay que olvidar que los cabezales del cepillo eléctrico también deben de ser cambiados cada dos o tres meses, para evitar que pierdan funcionalidad por el desgaste de sus cerdas o la acumulación de bacterias.